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| Diseño de programa de mano Aldo Dowerman |
Escénicamente se contó con una gran limitación: la obra tenía que ser montada en cuatro semanas debido a que era el tiempo con que contaba Ana Riojas para poder realizar su residencia en la Ciudad de México así que el proceso fue breve y tenía que ser concentrado.
Se trabajaron tres ejes fundamentales:
a) El concepto de actuación de la parte ficcional de la obra no tenía que radicar en la clásica construcción de un personaje sino en la conciencia de una actriz ejecutando o haciendo suceder una ficción; es decir, la actriz nunca debiera perder conciencia de sí misma como individuo mientras facilitaba el acontecer de la ficción.
b) La calidad de actoralidad a experimentar por parte de la actriz fue un tipo de actoralidad a la que designamos como Ánime pues su gestualidad partía de las series ánime japonesas tomando en cuenta la creciente influencia que ya ejerce ésta calidad gestual en el comportamiento de las personas jóvenes. Esto fue realizado con el objetivo de sobrecodificar el cuerpo actoral y con ello facilitar el trabajo planteado en el inciso a.
c) La actuación expositiva fue experimentada en éste proceso en diversos fragmentos de la obra para lograr a la actriz expuesta como individuo ante el espectador; a su vez el espectador, el espacio y el tiempo eran intervenidos para denotar su existencia real y negar así el procedimiento de enajenación ficcional que se producía con la narración.
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